Carta Abierta a Ti II
Escribo esto entre la feroz ventana que tengo por no haber revisado bien el horario... en los computadores de la facultad, para que pasen por detrás mío cientos (a esta hora más bien un par) de estudiantes leguleyos que, como yo, no tienen nada mejor que hacer que venir a pasar el rato navegando la web. Mientras ninguno lea lo que escribo no me importa.
No quiero escribir sobre ti, siento que anoche me descargué todo lo que podía, así que en estos momentos no soy capaz de ofrecer una selección nueva de sentimientos. Aparte de la rabia, la pena, la decepción, las ganas de olvidarlo todo y la nostalgia...
Nostalgia, sí... ese es nuevo, no había hablado de lo nostálgica que me siento. Más allá de buscar culpables lo que me tiene sin poder conciliar el sueño es lo mucho que te extraño. La dinámica que teníamos, reirme contigo, reirme de ti. Podría enumerar las cosas que te he querido decir estos últimos días pero aún no he aprendido a contar hasta el gúgol. Siento que ya nada volverá a ser como antes, que todos esos planes quedaron atrás, extraño estar comenzando un nuevo semestre y que tu no estés ahí para ayudarme, para retarme por los profes que escogí, para tratar de pestañear y que te invite un cafe. Ya no podré gastar mis tickets (ahora tarjeta electrónica que más de un dolor de cabeza me ha causado) contigo ni planear nuestro imaginario mochileo a machu picchu, no podremos discutir sobre qué lugar es mejor para estudiar si el casino o la biblioteca, no te puedo invitar a la cresta y que tú me repondas con la estrofa de una canción de Arjona.
Ahora es tu cumpleaños, te vi más temprano y no corrí a abrazarte. Tenía todo un plan, iba a ir a tu casa faltando 20 minutos para las 12 con un alfajor de chocolate y una vela, a las doce te iba a dar 20 abrazos, 20 besos, tu regalo y te iba a sacar 20 fotos; te iba a entregar un CD con 20 canciones que me hacen pensar en ti y durante el día te iba a decir 'Feliz Cumpleaños' de 20 formas distintas (una de ellas incluía globos con helio).
Porqué no pasó? Porque anoche lo que hice a las 12 fue rogarle al Camilo que te entregara el regalo en su nombre y no en el mío? Estúpido, no ves que te extraño? Tu ego te ciega tanto que no puedes ver que te amo? A lo mejor no de la forma que quisiste, pero era cosa de tiempo, porqué no me esperaste? En lugar de eso preferiste mantenerte en tu pedestal esperando, seguramente, que yo de nuevo subiría a encontrarte. El problema es que, Neruda me entendió mejor, sucede que me canso, sucede que a veces, como tú, no quiero hacer nada, sucede que me cansé de saltar sola, esperando un amortiguador que no llega, que a mi espada le falta filo, mis espinas romas ya no quieren pinchar a nadie, mi armadura se abolló y mis músculos se agarrotaron. Esta rosa ya no quiere protegerse sola, quiere que por una vez la proteja alguien que, coincidentemente, resultas ser tú.
Te pregunté, vas a saltar? Yo salto. Salta conmigo. Y ni siquiera respondiste, ahora solo me queda seguir viéndote por los pasillos de la facultad, rehuyendo mis ojos que lo único que quieren es encontrarse con los tuyos, sentándote lejos de mi, pero lo suficientemente cerca como para lanzar furtivas miradas que te cuenten qué estoy haciendo, cruzándonos en nuestros respectivos caminos hacia las aulas mas nunca deteniéndose a preguntar 'Cómo estás?'. Es cómico, tengo más relación con tus amigos que contigo, y es que si los conozco y me llevo bien con ellos es gracias a ti. Distintas situaciones me enseñaron que es virtualmente imposible sacar a alguien de tu vida una vez que te tocó de forma tan profunda como lo hiciste tú, pero lo intento y las circunstancias horarias de este semestre me lo impiden. Sobre todo porque sigo pensándote entre códigos y artículos.
Detengámonos un momento a no pensar, si?